viernes, 5 de octubre de 2012

Un Policía Héroe


El uniformado muestra orgulloso su premio. Lo acompaña José Julián, su único hijo.


Bogotá. Por haberse infiltrado, durante tres años, en bandas dedicadas al microtráfico de droga y lograr la captura de 22 delincuentes y la desarticulación de redes de narcotráfico en Santander, el patrullero cordobés Onicio José González Muñoz fue escogido como el segundo mejor policía de Colombia.


Onicio, galardonado con el Premio Corazón Verde, entregado el miércoles en Bogotá, habló con EL MERIDIANO DE CORDOBA

El mejor regalo de cumpleaños que recibió el patrullero cordobés Onicio José González Muñoz, nacido en Cereté, pero criado en Puerto Escondido, fue haber sido escogido como el segundo mejor policía del país. 

El reconocimiento lo recibió el miércoles de manos del mayor general José Roberto León Riaño, director general de la Policía, quien de paso lo felicitó por su cumpleaños número 34, durante la entrega del XIII Premio Corazón Verde "Haciendo visible lo invisible", que rinde homenaje a los mejores policías del país, y se realizó en el Centro Empresarial y Recreativo El Cubo. 

Además del segundo lugar, González Muñoz ganó en la categoría de "Lucha contra la criminalidad y mantenimiento del orden público", que reconoce el valor de los uniformados que en desarrollo integral de sus actividades combaten diferentes tipos de delitos en beneficio de la seguridad y de la tranquilidad pública, pues se infiltró en bandas dedicadas al microtráfico de droga y aportó pruebas que permitieron la captura de 22 personas y la desarticulación de redes de narcotráfico.

Desde hace casi 7 años, de los 11 que lleva en la Institución, el uniformado cordobés, quien es especialista en topografía, pertenece a la Policía Judicial Sijín del departamento de Santander. Antes trabajó en el departamento de Policía de Sucre y luego en la Policía Metropolitana de Bogotá en el área de inspección a cadáveres, pero nunca ha podido trabajar en suelo cordobés.

Está casado con la sucreña Érica Patricia Mora Tovar, con quien tiene a José Julián, de 6 años. Es el tercero de los seis hijos del matrimonio conformado por Ignacio González Bernal y Gladys Muñoz Sierra, quienes residen en la vereda El Silencio, zona rural de Puerto Escondido.

"Mi sueño es trabajar en mi departamento Córdoba porque quiero estar cerca de mis padres, mi familia, mis amigos, mi gente, así como para estar al servicio de todos los cordobeses y combatir la delincuencia y otros flagelos que afectan al país", dijo ayer en entrevista exclusiva concedida a EL MERIDIANO de Córdoba.

Dos veces al año el uniformado visita a su familia en Puerto Escondido. La última vez que vino fue en junio, durante el Festival del Bullerengue y aspira a hacerlo otra vez en diciembre, pues además de su familia, extraña el mar y la comida de esta localidad costanera.


Cordialmente,